viernes, 8 de julio de 2011

Antonio Calderón, nuevo entrenador del Club Deportivo Tenerife


Según ha informado hace unos minutos Teide Radio-Onda Cero, el nuevo entrenador del Club Deportivo Tenerife es Antonio Calderón Burgos. El gaditano entrenó en la pasada temporada al Albacete y tiene larga trayectoria tanto dentro como fuera de las ligas españolas en diferentes categorías. Aunque desde la entidad blanquiazul no se ha hecho oficial aún este fichaje, lo cierto es que diversas fuentes apuntan a que el acuerdo está cerrado y que Calderón tomará las riendas del representativo para afrontar la temporada que está a punto de comenzar en Segunda B.

Antonio Calderón Burgos nació en Cádiz el 2 de Junio de 1967 fue jugador profesional (lateral izquierdo) durante diecinueve temporadas, en las que militó en Cádiz, Real Mallorca, Rayo Vallecano y U.E. Lleida así como en varios equipos de la Primera División escocesa, competición esta última en donde colgó las botas e inició su carrera como entrenador.

Formado en las categorías inferiores del equipo amarillo, subió a la primera plantilla cadista en la temporada 1986/87. Calderón formó parte de aquel Cádiz llamado de los “milagros” por las numerosas veces en las que salvaron la categoría en el último suspiro y que era capaz de hacer una temporada casi desastrosa pero a la vez endosarle un 4-0 al mismisimo Dream Team de Cruyff. En aquel equipo se mezclaban los nombres del ex- del Alba José González, Barla o el propio Calderon con históricos como Mejías, Mágico González o Carmelo.

Tras tres temporadas con el Cádiz en Primera División, en el verano de 1989, Antonio Calderón es traspasado al Mallorca (también en la máxima categoría) conjunto en el que en su primera temporada realiza una buena campaña. Al siguiente año Calderón se cae de las alineaciones y su equipo, que realiza una discreta temporada en liga, no renueva su contrato.

Su siguiente destino sería Vallecas. Era el Rayo de José Antonio Camacho y su primera temporada no pudo ser mejor: ascenso a 1ª División en un equipo con nombres como Wilfred, Lema, Cota, García Cortés, Ricardo Gallego, etc…

Calderón estuvo en el Rayo cinco temporadas, jugando en 1ª División en tres de ellas: la 92/93, 93/94 y la 95/96, y dos en 2ª División: la 91/92 y la 94/95, consiguiendo un segundo ascenso a las órdenes de Paquito. En el verano de 1996, tras consumarse el descenso del Rayo a 2ª, recaló en las filas del Lleida durante cuatro temporadas, todas en Segunda.

En el verano de 2000, el ex-azulgrana Steve Archibald presidente del Airdrie, llamó a un grupo de españoles para jugar en su equipo y Calderón aceptó la llamada del conjunto escocés, donde jugó hasta marzo de 2001, para fichar posteriormente por el Kilmarnock. Archibald pidió nueve nombres a la agencia española de intermediación Bahía Producciones. El técnico ofrecía pagas de hasta 40 millones de pesetas por un contrato de un año, con opciones a renovar. Como fórmula de seducción, Archibald añadió que su equipo, el Airdrie, constituía un buen escaparate como vía de entrada al fútbol británico.

José Antonio Martín “Petón”, actual Director Deportivo del Huesca, era uno de los coordinadores de la empresa. Antonio Calderón y Jesús García Sanjuán, dos futbolistas con sobrado currículo a sus espaldas en la máxima categoría del fútbol español, se pusieron a la cabeza de los elegidos, precisamente por su condición de veteranos ilustres en la Liga española. En el estadio del Airdrie, una pancarta demostraba su concepción de los rangos: “García Sanjuán is Jesus, Calderón is God” (“García Sanjuán es Jesús, Calderón es Dios”).

En el verano de 2002, ya con 35 años, entra a formar parte de la disciplina del Raith Rovers, siendo algo tan extraño en nuestro fútbol como “jugador-entrenador” a la vez, consiguiendo un histórico ascenso a la Primera División escocesa.

Tras su periplo por tierras británicas, Calderón volvió a su Cádiz natal para dirigir al filial amarillo, conjunto al que consiguió salvar del descenso a regional cuando nadie apostaba nada por ello. En el verano de 2007, el nombre de Calderón sonó fuerte para el banquillo del primer equipo de su tierra, sin embargo la fugaz entrada de Baldasano al mando del equipo andaluz y la apuesta del mismo por García Remón en el banquillo le dejaron de nuevo a cargo de las categorías inferiores. No sería, en cualquier caso, por mucho tiempo, ya que al poco de comenzar la competición el máximo dirigente Cadista y todo su equipo abandonan la nave amarilla y, Antonio Calderón debuta como técnico de la primera plantilla. En concreto lo hace en la jornada 8 frente al Poli Ejido.

Tras un comienzo esperanzador, en el que el equipo llegó a situarse cuarto, la venta de Lucas Lobos fue el punto de inflexión a partir de cual llegó la cuesta abajo. Muchos aficionados le reprochan aún que “tragara” con aquel traspaso, del que opinaban que venía impuesto por la directiva, o que al menos, no se manifestara de forma más enérgica.

El equipo fue perdiendo posiciones hasta que fue definitivamente cesado, tras 24 semanas en el cargo. Su despido no sirvió de mucho: el Cádiz iba ya encaminado sin remisión a su descenso esta vez de la mano del albaceteño Julián Rubio.

En el verano de ese 2008 y gracias a su relación profesional con la agencia de Martín “Petón” recala como técnico en el recién ascendido Huesca donde es avalado por su gerente, Raúl Ojeda, con quien coincidió varias temporadas en el Lleida y también en el Raith Rovers.

Tras dos temporadas exitosas en el banquillo aragonés Calderón llegó al Alba en una temporada en la que la situación económica obligó a tirar de jugadores de categorías inferiores para elaborar una plantilla competente.

[Fuente: www.diariodeavisos.com]

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