El director deportivo del Tenerife, Quique Medina, está en Madrid. Pero no para seguir las evoluciones de su equipo en el partido del pasado domingo, como pudiera suponerse, sino para otro cometido también importante. Según ha podido saber la opinión, el viaje del profesional blanquiazul obecede a su intención de conocer a fondo la estructura de cantera del Rayo Vallecano. Ejerce como anfitrión su buen amigo Felipe Miñambres, homólogo de Quique en el conjunto franjirrojo y buen amigo suyo desde que ambos coincidieron bajo disciplina del representativo.
Medina llegó a Madrid el sábado en un vuelo diferente al elegido por la expedición blanquiazul para desplazarse hasta la capital de España. Ese mismo día se acercó hasta Vallecas para seguir las evoluciones del Rayo B frente al Marino de Luanco, en el choque que abrió la jornada en el grupo I de la competición de bronce. El arquitecto del plantel isleño tenía especial curiosidad en ver al conjunto asturiano en acción, pues por el momento se trata de una de las grandes revelaciones del torneo. Finalmente, se dio un empate entre ambos contendientes (2-2).
La actividad de Quique no cesó el sábado. De hecho, ayer por la mañana pudo vérsele en otro campo de Segunda B, concretamente en el escenario del duelo de filiales entre el Real Madrid C y el Atlético B. Ambos equipos no tardarán mucho en verse las caras con el Tenerife, así que el director deportivo aprovechó la coyuntura para tomar nota de las dos jóvenes escuadras que se midieron en Valdebebas. Eso sí, permaneció muy atento –vía móvil– al desarrollo del choque de Leganés. Por la noche, figuraba en su agenda el compromiso de Primera División que iban a disputar Rayo Vallecano y Real Madrid. Sin embargo, la indisponibilidad del sistema eléctrico aplazó el envite y dejó sin fútbol a Quique.
Pendiente de todo
Aunque estuvo al corriente de todo lo que había acontecido en el choque de Leganés y en las horas posteriores al partido, Medina no volvió a casa el domingo con los futbolistas y técnicos blanquiazules. No se le vio en el vuelo que llevó a Los Rodeos al cuadro de Álvaro Cervera, con quien pudo charlar por la tarde. El máximo responsable de la parcela deportiva en el Tenerife se queda hasta el miércoles. De la mano de Felipe Miñambres quiere saber cómo se las ingenia el astorgano para ocupar su mismo cargo en un club de Primera División. Quique aún es inexperto en las lides propias de su nuevo puesto, pero su afán por estar a la altura es indiscutible. De ahí su deseo de aprender mientras el Tenerife, por lo pronto, da la cara y ocupa un puesto entre los mejores en la clasificación de su grupo. Pero su jefe, hombre previsor, piensa también en el futuro.
[Fuente: www.laopinión.es]
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